Los recientes cambios en el gabinete de Samuel García no responden a las verdaderas necesidades de Nuevo León.
Son reacomodos políticos que solo confirman el desgaste de su gobierno y su falta de resultados.
En lugar de corregir el rumbo con perfiles capaces, nombra a personas sin experiencia en temas clave como movilidad.
Remueve a la Secretaria de Educación en plena crisis de infraestructura escolar y crea nuevas oficinas solo para seguir protegiendo a su círculo cercano.
Mientras tanto, el transporte público sigue colapsado, el Metro no funciona y son horas para llegar a tu casa.
Esto no es una reestructuración:
Es una cortina de humo para ocultar el fracaso de un gobierno que perdió el rumbo desde hace tiempo.
Desde el PRI, exigimos seriedad, resultados y respeto a los ciudadanos.
