Más allá de la ciencia ficción está la realidad, y la IA es una realidad con una presencia destacada en numerosos ámbitos. Por su capacidad para resolver problemas complejos, simulando el pensamiento humano, es hoy una parte esencial de la vida cotidiana. Ofrece incontables aplicaciones prácticas en ámbitos tan diversos como la sanidad, las finanzas, la meteorología o el transporte, entre otros. En estas áreas, esta tecnología puede desempeñar, con una eficiencia cada vez más notable, actividades que normalmente requerirían capacidades tan humanas como la comprensión, el aprendizaje, el razonamiento y la toma de decisiones.
Una de las aplicaciones de la IA que más debate está suscitando es la destinada a la creación de contenido. Las herramientas de aprendizaje automático han abierto un universo de posibilidades para la producción automática de textos, imágenes, sonidos, música y videos a partir de los datos y las indicaciones que se les proporcione. Para ello se suelen emplear redes neuronales, esto es, sistemas informáticos formados por nodos interconectados que actúan como neuronas humanas y que se entrenan mediante procesos de aprendizaje automático. Esos procesos incluyen el aprendizaje profundo, que es una arquitectura que imita la forma en que los humanos adquieren ciertas habilidades, tales como el reconocimiento de formas o la predicción de palabras. Sin embargo, el potencial malicioso de los audios falsos generados por IA, como la suplantación de identidades y el fraude, plantea serias preocupaciones éticas y de seguridad. La difusión de información falsa y desinformación a través de "deepfakes de audio" socava la confianza en los medios de comunicación y la veracidad de la información, afectando la integridad social.
En los últimos días se dio a conocer un audio, supuestamente "fake" en el que se escucha al jefe de gobierno de la Ciudad de México, Marti Batres dando supuestas instrucciones para bajar a Omar García Harfuch de la contienda de la Ciudad de México a través de la participación de los periodistas Viridiana Ríos y Hernán Gómez Bruera, quienes salieron a negar su participación en el audio escándalo.
Al respecto, algunos especialistas en Inteligencia artificial señalaron que pese a que el caso Martí Batres no es el primero en su tipo, enfatizaron en el avance en el uso de las tecnologías para perfeccionar este tipo de manipulación digital. Es decir, puede ser falso, pero qué real puede llegar a sonar.
Y vamos a suponer que en una línea del tiempo alterna el audio sí es real, y que la gente que construyó el movimiento, es decir las bases, la militancia más fiel al obradorismo, efectivamente se inclina más por personajes como la ex alcaldesa de Iztapalapa para dirigir la Ciudad en el contexto de la continuidad de la Cuarta Transformación, y no así con un personaje como García Harfuch quien a pesar de los resultados en materia de seguridad durante la gestión de Claudia Sheinbaum pues no le dejan de pesar las historias de sus familiares ligados a dolorosos episodios para la izquierda en el país.
Bueno, este fenómeno ligado al desangelado evento en el estadio de la ciudad de los deportes en la ciudad de México pues son indicadores de que algo sucede en morena, y que la continuidad del proyecto de la cuarta transformación parece tener más obstáculos internos que externos (y con eso me refiero a que hay una oposición totalmente desdibujada en el país.) Sin embargo, más allá del particular fenómeno suscitado en morena es señalable que el impacto de la inteligencia artificial en la generación de audios falsos es innegable, destacando la importancia de abordar sus implicaciones éticas y sociales, y que se requiere una implementación de regulaciones, educación en consumo de medios y el fortalecimiento de la conciencia pública sobre estos desafíos emergentes.
Mtro. Rafael Páramo
Director de Unidos por una Multimedia Educativa y Cultural, UXMEC.
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